“Del rigor en
la ciencia” es un cuento corto (un solo párrafo, como puedes ver) del famoso autor argentino Jorge
Luis Borges (1899-1986). Trata sobre la relación entre el mapa y el territorio que
representa, y está escrito en forma de falsificación literaria.
La idea no era nueva, ya que desarrolla
la idea de un mapa ficticio que había aparecido muchos años antes en Silvia y Bruno, una novela de Lewis Carroll
(el autor de Alicia en el país de las maravillas),
publicada en 1893. En ella conversan el propio autor (el libro está escrito en
primera persona) y uno de los personajes (un alemán):
“—Esa es otra cosa que hemos aprendido de vuestra
Nación —dijo Mein Herr—, el arte de hacer mapas. Pero lo hemos desarrollado
mucho más que vosotros. ¿Cuál es para ti el mapa más grande que sería de verdad
útil?
—Sobre seis pulgadas por milla. [O sea cada 1 609 metros reales equivaldrían a 15,24 cm; redondeando: 1,6
km de territorio = 15 cm en el mapa.]
—¡Solo seis pulgadas! —exclamó Mein Herr—. Nosotros
muy pronto superamos las seis yardas por milla [1,6 km de territorio = 6 metros de mapa, aproximadamente]. Entonces probamos con cien yardas por milla
[es decir, ¡cada 1 609 metros equivaldrían a 91,44 metros de mapa! A esa
escala, un mapa de la Comunidad de Madrid mediría, de norte a sur, desde Somosierra
hasta Aranjuez (140 km), la friolera de 7 956 metros, es decir, ¡un mapa de casi
ocho kilómetros! ¡Ridículo!]. ¡Y finalmente
llegamos a la idea más fabulosa de todas! ¡Realizamos un mapa del país, con la
escala de una milla por milla! [A esa escala, ¡el mapa de la Comunidad de Madrid
cubriría exactamente toda la provincia de Madrid!].
—¿Lo habéis utilizado mucho? —pregunté.
—Nunca ha sido desplegado todavía —dijo Mein Herr—, los
granjeros se opusieron. Ellos dijeron que cubriría completamente el país, ¡y no
dejaría pasar la luz del Sol! Así que ahora utilizamos el propio país, como su
propio mapa, y te aseguro que funciona casi tan bien.”
El cuento de
Borges, que adopta literariamente la forma de una cita de la supuesta obra Viajes de varones prudentes de un tal
Suárez Miranda, publicada en Lérida en el siglo XVII (¡todo falso, por supuesto!,
pura literatura), imagina un imperio donde la ciencia de la cartografía alcanza
tal exactitud que solamente un mapa de la misma escala que el propio imperio sería
suficiente para contentar las ansias de precisión de los cartógrafos imperiales.
El cuento se
publicó por primera vez en marzo de 1946 de la revista Los Anales de Buenos Aires, año 1, núm.
4, como parte de una obra titulada “Museo”, firmada por B. Lynch Davis (seudónimo
de Borges y de otro famoso autor argentino muy amigo suyo, Adolfo Bioy
Casares). Ese mismo año, fue recogida en la segunda edición argentina de la
obra de Borges Historia universal de la
infamia. Desde entonces no se ha vuelto a incluir en las ediciones de este
libro, ya que a partir de 1960 ha aparecido formando parte de El hacedor, que es de donde la hemos
copiado nosotros.
Los nombres “B.
Lynch Davis” y “Suárez Miranda” los combinarían también en 1946 para
formar otro seudónimo, B. Suárez Lynch, con el que Bioy Casares y él publicaron una obra titulada Un modelo para la muerte.
Si te apetece
que te lo cuente el propio Jorge Luis Borges, puedes escucharlo, con su hermoso
acento argentino, aquí:
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